El deseo de Karl-Anthony Towns por jugar con la República Dominicana nació de un amor tan inmenso como el dolor que le ha hecho volver para el Mundial de baloncesto 2023.
Towns nació en Nueva Jersey, hijo de padre estadounidense, Karl Towms Sr., y de madre dominicana, Jacqueline Cruz. Ella era su pilar, y quien le hizo estar siempre en contacto con sus raíces quisqueyanas.
En las reuniones de la familia materna se comía sancocho o arroz con pollo y tostones. Se bailaba bachata y merengue. Se celebraban esos orígenes dominicanos que conoció en persona en su primera visita al país de su madre, siendo ya adolescente.
De hecho, el primer sueño de Karl-Anthony Towns fue ser jugador profesional de béisbol, el deporte nacional del país caribeño. Pero su altura y tener un padre que era entrenador de baloncesto le hicieron decantarse por la pelota naranja.
Pero no lo haría con su país natal, Estados Unidos, sino con el país de su madre, su faro, República Dominicana.
Fuente: Olympics.com