Por su cercanía a Santo Domingo, Boca Chica es considerada la playa principal de la capital. Con una extensión de casi un kilómetro y medio de largo, y una arena blanca y brillante, este bullicioso tramo está bien protegido por un gran arrecife de coral, y sus aguas turquesas poco profundas, no más de un metro, y a menudo comparadas con una piscina natural gigante, la convierten en el lugar favorito de las familias. También se realizan torneos anuales de vela y voleibol de playa en Boca Chica.
La experiencia por excelencia de Boca Chica incluye un festín de pescados y mariscos frescos, desde una hilera de casetas de pescado frito, o en uno de los numerosos restaurantes frente al mar, con los dedos de los pies enterrados en la arena. El trecho de arena también está bordeado por una variedad de hoteles pequeños y grandes, principalmente en el corazón del pueblo y frente a la playa de Boca Chica. En el extremo oriental del pueblo, encontrarás un puñado de clubes de playa de lujo que ofrecen restaurantes con terrazas frente al mar desde las cuales podrás nadar.
Frente a la costa de Boca Chica, verás La Matica, un cayo de manglar que sirve como dormidero y sitio de anidación para muchas especies de ave, incluyendo garzas. Solo tendrás que nadar un poco desde la playa principal para llegar a ella.
