Los más de siete millones y medio de turistas que se decantaron en sus vacaciones por volar hasta la caribeña República Dominicana tienen claro que uno de los platos fuertes de la isla es, precisamente, esa costa del Caribe con playas de arena fina y blanca y aguas transparentes.
Pero también hay una parte única que tiene mucho más que ver con su herencia cultural.
En primer lugar, antes de comenzar la aventura, es necesario encontrar vuelos a buen precio para conseguir llegar a alguna de las ciudades más destacadas de esta isla. Gracias a buscadores es fácil conseguir encontrar algunas ofertas que permiten no solo contar con los vuelos de ida y vuelta sino también con un alojamiento todo incluido que suele ser lo más demandado para quienes cruzan el charco y no quieren complicarse más que en elegir los planes y disfrutar.
Una vez visto esto es necesario comenzar a dar cuenta de la documentación que será necesaria para poder pasar su aduana. Más allá del pasaporte, que debe tener una vigencia de seis meses desde el momento que se cruce la frontera, es necesario rellenar, ahora, un proceso online que aglutina gracias al e Ticket República Dominicana hasta tres documentos entre los que están los datos personales del viajero, sus planes de viaje de entrada y salida en el país o alojamiento y la declaración jurada del estado de salud – un requisito cada vez más importante después de la pandemia -.
Con la documentación, los vuelos y el alojamiento, es el momento de dejarse llevar por la riqueza cultural de República Dominicana.
3 enclaves precolombinos para todo amante de la naturaleza e historia
Los Tainos es el lugar perfecto para bautizarse en la esencia precolombina de la isla. Su parque arqueológico, Tres Ojos, permite a los visitantes explorar cuevas, lagos subterráneos y ver las pictografías y petroglifos que desarrollaron los indios tainos. A tan solo 8 kilómetros de Santo Domingo permite bañarse en hasta tres lagos de agua dulce que son únicos.
Algo más urbano y arquitectónico es la visita por la zona colonial de Santo Domingo, que demanda un día en exclusiva para permitir que los visitantes se hagan con la importancia y riqueza cultural de la capital. Edificios coloniales, calles empedradas históricas y enclaves como la Catedral o el Museo de las Casas Reales hablan de la historia de la que fuera la Isla de la Española. El contraste con la modernidad se encuentra en el Museo de Arte Moderno, donde disfrutar de una colección de arte contemporáneo que puede ser la guinda por el recorrido histórico y artístico de la capital.
Al igual que los enclaves, también las fiestas tienen ese sabor histórico y tradicional. La danza, gastronomía, artesanía o incluso los carnavales hablan de ese pasado que quedó marcado en la época en la que los taínos fueron dando paso a las colonias tras la llegada de los españoles a la isla. Sus costumbres hablan de un pasado común que ha ido evolucionando hasta nuestros días.
Joyas en República Dominicana
Quien guste de la joyería tienen una cita imprescindible en el Museo de Amber, donde se encuentra una colección única de ámbar dominicano que deja a los turistas impresionados por la riqueza de piezas que exhibe.
Son muchos los que, dado que no tienen impuestos, deciden comprar piezas de plata en República Dominicana por el precio, que puede llegar a ser hasta un 20% más económicas que si se compran fuera del país.
Son el ámbar y el larimar, una piedra azul muy típica y que se extrae in situ, las más demandadas para montar en piezas de plata.
Fuente: Salamancartvaldia.es