El cáncer no es invencible. Grosso modo, el cáncer es una enfermedad que incrementa de manera descontrolada las células del cuerpo, generando una sobreproducción de células normales en el organismo humano, lo que a su vez provoca que este falle y colapse.
Según las estimaciones del Observatorio Global del Cáncer, para el 2018, la incidencia de esta enfermedad en la República Dominicana rondaba los 18 mil casos, mientras que el número estimado de muertes por esta era de más de 10 mil personas.
No obstante, el Instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART), para ese mismo año, presentó una serie de indicadores que establecen que alrededor del 60% de los pacientes que ingresaron al Registro de Cáncer Hospitalario de esa institución murieron durante el primer año después de que se le diagnosticara la enfermedad.
Además, indican que los cinco tipos de cáncer más comunes en la República Dominicana son de mama, próstata, recto, pulmón y cuello uterino. Siendo el de mama el más común en las mujeres (sin dejar de afectar los hombres) y el de próstata en los hombres.
El cáncer no es invencible
El INCART reportó haber recibido en 2018 1,468 casos de cáncer y para 2019, al menos 1,263, para una diferencia de 205 casos menos. Sin embargo, desde 2015 y hasta 2019 se diagnosticaron más de mil casos de cáncer por año; siendo las mujeres la población que presenta mayor cantidad de casos de la enfermedad.
Empero, la actual directora del Departamento de Oncología del INCART, Ivette Rodríguez, enfatizó públicamente que la única manera de reducir la mortalidad por la enfermedad es la prevención y la detección temprana.
«Está demostrado que hacerse una mamografía al año, por encima de los 40 años, disminuye el riesgo de cáncer e impacta en mortalidad. No es lo mismo una paciente con una etapa temprana de cáncer de mama a una con una etapa localmente avanzada como estamos recibiendo ahora. Es momento de que la comunidad se comprometa y responda a este compromiso», dijo Rodríguez.
Varias formas de hacerle frente
Dr. Ángel Vargas, abogado y psicólogo
Para el abogado y psicólogo clínico y experto en la conducta, el doctor Ángel Vargas, el problema del cáncer va más allá de las implicaciones y consecuencias médicas-clínicas. Según Vargas, la enfermedad provoca en quienes la padecen y sus seres queridos un fraccionamiento en las relaciones interpersonales por el temor a enfrentar una situación que puede derivar en la muerte y por consecuencia en un profundo dolor.
Depresión, aislamiento, distanciamiento y divorcio emocional son solo algunas de las actitudes que se experimenta entre los pacientes de cáncer y sus allegados más íntimos (como parejas) para evitar asumir el dolor de una posible despedida.
Uno de los efectos del cáncer no reconocidos por quienes lo padecen suele ser la depresión.
El especialista asegura que para enfrentar al cáncer de la manera más efectiva, la familia debe acudir junta a terapia psicológica para buscar orientación de cómo manejar la enfermedad por medio de ejercicios de relajación y técnicas de elevación de la autoestima que pueden evitar la baja autoestima y la depresión, eliminando así todo sentimiento negativo que la provoque. Esta condición puede acelerar el proceso de degeneración de la salud y provocar la muerte en menos tiempo.
El doctor Ángel Vargas indica que la técnica terapéutica fundamental para tratar al cáncer desde el punto de vista de la psicología y la conducta es la “Terapia de la aceptación” como consecuencia de la enfermedad.
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“Mi opinión profesional, de acuerdo con los casos que me ha tocado atender, es que el cáncer se puede vencer si se enfrenta la salud emocional primero que la física”, enfatizó el doctor Ángel Vargas.
El cáncer no es invencible
A pesar de que erróneamente se cree que el diagnóstico de cáncer es una sentencia de muerte, en la sociedad actual y con los avances médicos de hoy en día hay miles de casos de personas que han vencido esta enfermedad.
Testimonio de Rosidery Paulino, sobreviviente de cáncer
Una de ellas, es Rosidery Paulino, quien llegó hasta el consultorio de su médico para recibir dos duras noticias; la primera, perdió una bebé y la segunda fue que padecía de cáncer. Cuestiona que pese que acudía de manera frecuente al mismo doctor nunca se le había dicho que podía padecer de la enfermedad. Asimismo, revela que su visita anterior se había dado hace solo cuatro meses atrás.
Su mayor desafío, cuenta, fue explicar la situación a su hijo cuando se le empezó a caer su cabello y tratar de hacerle ver al pequeño Nick (y quizá a sí misma) que esa situación era normal dentro de su condición y que tenía que ser enfrentada con fortaleza. Precisamente para hacerle frente Rosidery resalta la influencia de su grupo de apoyo que la motivó no desde la pena, sino desde la voluntad de superación.
