La Semana Santa, un momento de reflexión espiritual

Habitantes se desplazan desde las ciudades a los campos

La Semana Santa es un período en el que los cristianos conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo, pero también es momento de reflexión espiritual, donde las personas aprovechan el asueto para practicar la generosidad y el desprendimiento con sus semejantes.

El Domingo de Ramos da inicio a la Semana Santa, y es tradición que la iglesia católica bendiga ramos de palmas que son entregados a los feligreses, quienes los llevan a sus hogares como símbolo de cristiandad y paz. Asimismo, el Jueves Santo por la mañana se hace la Misa Crismal y los sacerdotes renuevan sus promesas y entregan los Santos Óleos a las parroquias.

Ese mismo día, en horas de la noche se celebra la eucaristía de la Santa Cena, acompañada del lavatorio de los pies y una procesión.

Mientras que al mediodía del Viernes Santo se imparte el Sermón de las Siete Palabras, acompañado de los actos conmemorativos de la Pasión y Muerte de Jesús y la Adoración de la Santa Cruz.

En la noche del Sábado Santo tiene lugar la vigilia pascual, a partir de alrededor de las 11:00 de la noche y hasta la madrugada, que incluye el lucernario, la bendición del fuego, bendición del Cirio Pascual, Procesión, Pregón Pascual, Liturgia de la Palabra, Liturgia Bautismal, Letanía de los Santos, bendición del Agua Bautismal y los actos de Confirmación, que significa la renovación de las promesas el bautismo. El Domingo de Resurrección culmina y llega a su fin la Semana Santa con una misa al mediodía.

Una tradición muy arraigada en todo el mundo, y que los dominicanos continúan llevando con firmeza, pero sobre todo las personas mayores, es de no comer carnes durante todos los viernes de la cuaresma, los 40 días anteriores a la Pasión y Muerte de Jesucristo.

Asimismo las personas aprovechan el feriado de Semana Santa para acudir a playas, ríos, y balneario del país, visitar sus familiares en las provincias, descansar y reflexionar en sus hogares.

Desde el medio día del Jueves Santos, la capital dominicana queda prácticamente desierta, hay fluidez en el tránsito y la vida agitada que llevan más de 2 millones de personas que residen la Capital merma.

Sin embargo, esa tranquilidad sólo se observa hasta la tarde del Domingo de Resurrección, ya que gran parte de los viajeros regresan a sus hogares para acudir el lunes al trabajar. La celebración de la Semana Mayor tiene diversas costumbres dependiendo de las regiones del país. Entre ellas, en distintas zonas rurales del país se lleva a cabo la Quema del Judas.

También se juega Vitilla, usando un palo de escoba o vara de poco grosor como bate y las tapas de las botellas de agua como pelota; el juego se estila que es béisbol, pero en esta variante no se corre a las bases y es un duelo entre el bateador y el lanzador, asistido por los demás miembros que tratan de atrapar la tapa cuando es golpeada por el bateador.

En el asueto de la Semana Santa, las costumbres culinarias se conservan en las regiones del país, y es por eso que se preparan diversos platos a base de atún o tuna, bacalao, macarela y otros pescados.

Algo que no puede quedar, es la ensalada de papas, un plato de acompañamiento popular y en que en esta fecha es común la preparación de locrio de arenque o bacalao, receta de arroz cocinado con dichos pescados.

En zonas como San Pedro de Macorís, se preparan también domplines , un plato de harina en forma de rollito, acompañado de salami, arenque o bacalao.