Todavía quedan playas vírgenes en el Caribe

Durante muchos años, el destino soñado de una gran mayoría de españoles ha sido el Caribe. Disfrutar de playas paradisíacas y de un entorno de ensueño mientras una simple pulserita es capaz de abrir las puertas a un sinfín de ventajas al borde de piscinas rodeadas de frondosas palmeras. Aún hoy lo sigue siendo, pero aunque en las últimas décadas este privilegiado rincón del océano Atlántico se ha popularizado recibiendo cada año a miles de visitantes, siguen existiendo zonas que se alejan del turismo más masivo y que buscan preservar su verdadera esencia así como las costumbres de sus gentes.

Por ello nos atrevemos a decir que Caribes hay muchos, pero el que nosotros buscamos lo encontraremos en la República Dominicana, concretamente en Samaná. Esta agreste península, ubicada en la parte noreste de la isla La Española —territorio compartido por los estados soberanos de Haití y Dominicana—, cumple con todo lo que esperamos cuando pensamos en unas vacaciones de ensueño. Kilómetros de playas vírgenes, pueblos auténticos llenos de vida, naturaleza salvaje, hoteles en los que querríamos quedarnos a vivir y muchas actividades con las que descubrir la zona y empaparnos del relajado estilo de vida samanés.

Organizar el viaje desde España es muy fácil si te dejas aconsejar por auténticos expertos. Soltour es el único turoperador que cuenta con vuelo directo desde Madrid —ofrecen paquetes completos desde 995 euros— y además son especialistas en organizar experiencias cien por cien auténticas para así conocer el Caribe más real. No le des más vueltas y sigue leyendo porque vamos a enumerarte las muchas razones por las que tu viaje va a ser memorable. ¡Te aseguramos que no te arrepentirás!

Las playas más bellas del mundo

Sí, en Samaná presumen de tener algunas de las playas más espectaculares del planeta. ¡Y es verdad! Por ello es imprescindible organizar excursiones para poder conocerlas. Una muy buena opción es comenzar por la de El Rincón. Dicen que es la más bonita del Caribe y razones no les faltan. Cumple a la perfección el ‘combo paraíso’: kilómetros de arena blanca, agua de color turquesa y estilizadas palmeras que parecen querer acariciar el mar con sus hojas. Muy cerca de aquí encontrarás también el arroyo Caño Frío. No dejes de zambullirte en sus aguas transparentes. Es el remedio favorito de los locales a la hora de combatir las altas temperaturas y la humedad.

Pero hay vida playera más allá de El Rincón. Otras playas como la de Las Galeras, la de Punta Bonita, la de Morón o la romántica Playa del Amor son sencillamente espectaculares. Además, no exageramos si te decimos que las vas a encontrar prácticamente vacías. Pasea bajo las palmeras y báñate entre arrecifes de coral. Disfrútalas como prefieras, y no te olvides de que en estas playas los atardeceres de película están más que asegurados. Así que extiende la toalla, ponte protección, hazte con una buena piña colada y prepárate para evadirte del mundo. Estás en el lugar más perfecto para ello.

El Samaná más auténtico

Aunque no todo tiene que ser playas y palmeras. Una muy buena opción para enamorarte del auténtico Samaná es alquilar unos buggies con los que recorrer las diferentes aldeas, atravesar plantaciones de frutas tropicales, visitar alguna fábrica de tabaco o acercarte hasta el siempre animado mercado municipal de Santa Bárbara de Samaná. En él podrás comprar mangos, papayas y guineos —nuestras bananas— entre otros muchos productos locales, y comprobar cómo viven los habitantes de este privilegiado entorno tropical.

Una aventura altamente recomendable es la que te llevará hasta el famoso Salto de El Limón. Una espectacular cascada con más de 40 metros de caída que conforma una de las estampas más bellas de la península samanesa. Sus múltiples salidas de agua y su laguna son todo un espectáculo. Si eres aventurero, este será tu mejor plan. Planes hay muchos, y para todos los gustos. No te preocupes a la hora de organizarlos, Soltour estará pendiente de ti para echarte una mano para que puedas entregarte a lo único que importa: disfrutar.

Pero también hay que dejar tiempo para pasear por el famoso malecón de Santa Bárbara, desde el que contemplar los imponentes puentes de hierro forjado que unen los diferentes cayos. Aquí es imprescindible sentarse en cualquiera de las animadas terrazas, en donde los ritmos caribeños suenan sin parar, y pedir la popular mamajuana, un licor a base de ron, vino tinto y miel. Y si el hambre aprieta, no dejes de probar algunos de los platos típicos de la cocina dominicana como el pescado con coco, el lambí a la vinagreta, los camarones al ajillo o el pica pollo con guineo.

Los Haitises, un escenario único

La Bahía de Samaná cuenta con uno de los mayores entornos en los que la naturaleza es la absoluta protagonista. Un conjunto de islotes, colinas y mogotes repletos de vegetación que conforman el Parque Natural de Los Haitises. El que fuera refugio de corsarios y piratas es hoy el pulmón verde de República Dominicana. Un auténtico espectáculo natural protegido que bien merece la visita. Localizado en la sub-bahía de San Lorenzo, para llegar hasta él es imprescindible organizar una excursión en barco con el que explorar a fondo la zona.

Sus escarpados islotes —en los que sobrevuelan pelícanos, garzas y tijeretas—, así como su vegetación salvaje y sus playas indómitas, te recordarán a cierta franquicia cinematográfica en la que los dinosaurios campan a sus anchas. Hablamos de impresionantes formaciones naturales, que conquistaremos desde el barco, como el famoso Cayo de los Pájaros con sus cuevas y grutas, donde se asentaron los primeros pobladores de esta bella región tropical. No todo se observa desde cubierta, ya que también puedes recorrer en kayak los manglares.

Santuario de ballenas jorobadas

La bahía dominicana también es conocida mundialmente por ser uno de los mejores lugares en los que avistar ballenas jorobadas. Cada año llegan hasta estas cálidas aguas tropicales cerca de 4.000 cetáceos que buscan una zona tranquila en la que poder reproducirse. Así, durante los meses de cría —los primeros del año, enero, febrero y marzo— es muy fácil contemplar a estos increíbles animales nadar libremente y relacionarse entre ellos.

Desde el malecón de Santa Bárbara de Samaná hasta el observatorio de Punta Balandra, en la misma bahía, salen cada día embarcaciones a las que podrás subirte y contemplar este bello espectáculo. Aunque si lo que realmente quieres es adentrarte más en el mundo de la cetología, lo mejor es visitar el Museo de las Ballenas para conocer otras curiosidades sobre estas especies marinas y contemplar, entre otras cosas, el esqueleto de un enorme ejemplar de ballena jorobada.

Hoteles de ensueño

A la hora de elegir dónde alojarte en Samaná, opciones hay muchas. Soltour gestiona algunos de los hoteles más increíbles de la isla, por lo que las opciones pueden ser muy variadas en función del tipo de vacaciones que quieras vivir.

Para exprimir unas vacaciones en familia y disfrutar de un entorno paradisiaco único, en el que no faltarán masajes en el spa o yoga en la playa, una muy buena opción es Bahía Príncipe Grand El Portillo. Este elegante establecimiento de aires coloniales te enamorará aún más del Caribe más auténtico. Ubicado en la playa del mismo nombre —la más larga de toda la zona— y rodeado de vegetación tropical, cuenta además con un arrecife coralino perfecto para explorarlo buceando. Los atardeceres desde sus tumbonas a pie de playa son sencillamente espectaculares.

Pero si por el contrario prefieres un sofisticado resort only adults en el que tu única misión sea zambullirte en una espectacular piscina rodeada de camas balinesas y en el que no falte la diversión, entonces tu opción está clara: Viva Wyndham V Samaná. Aviso: en este hotel cualquier rincón es altamente fotografiable. Además, su localización, en la animada zona de Las Terrenas —en la que no faltan tiendas, bares y restaurantes con encanto—, lo convierten en el hotel perfecto para dejarse llevar por el efervescente ritmo de vida caribeño.

El objetivo es que una vez hayas elegido entre las muchas propuestas, te despreocupes de todo y lo único que tengas que hacer sea encontrar la palmera idónea para hacerte el selfie perfecto, relajarte en una tumbona al son de una bachata de Romeo Santos y encargarte de que tu copa de ron dominicano esté siempre llena. Habías venido a disfrutar, ¿no? Feliz Caribe.

Fuente: 7dias.com.do

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República Dominicana Live Editor

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