Según una investigación liderada por científicos de la Universidad de Harvard, comer tres porciones de verduras y dos porciones de fruta al día asegura una vida más longeva. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el bajo consumo de estos alimentos está asociado a una mayor predisposición a determinadas enfermedades, como las cardiopatías.
Para el estudio los científicos evaluaron a más de 100.000 mujeres y hombres adultos desde 1984 hasta 2014 e hicieron seguimiento de su alimentación por medio de cuestionarios que se realizaban cada dos o cuatro años. Por otro lado, los investigadores combinaron datos sobre el consumo de frutas y verduras de cerca de 2 millones de adultos de todo el mundo, bajo la dirección del doctor Dong Wang, epidemiólogo y nutricionista.
También el equipo de Harvard consultó bases de datos y numerosos estudios que abarcan información en la alimentación de adultos buscando patrones que se relacionaban a las dietas y a la longevidad. Por su parte, entre los análisis encontraron que el consumo de hasta cinco piezas de frutas y verduras diarias se relacionan con una vida más larga.
De las bases de datos, los investigadores lograron establecer que las personas que consumían cinco frutas o verduras al día, en comparación con las que comen dos tenían un 13 por ciento menos de probabilidades de morir por cualquier causa.
Así mismo el vínculo fue fuerte en relación con las enfermedades cardíacas y pulmonares, las personas que ingerían cinco porciones de fruta o verdura tenían un 12 por ciento menos de probabilidad de morir por una enfermedad cardíaca, y 35 por ciento menos de probabilidad de morir por una enfermedad respiratoria.
A esto se le suma que las muertes por cáncer también fueron un 10 por ciento menos comunes entre las personas que ingerían mayor cantidad de fruta en el día. Y se llegó a la conclusión que tener una combinación específica de los dos grupos de alimentos es más beneficiosa, en este caso los investigadores aseguraron que dos porciones de frutas y una de verdura es el balance perfecto.
El equipo científico finalmente reiteró que consumir frutas y verduras con mayor cantidad de antioxidantes ayuda a proteger las cédulas del daño que causan los radicales libres. Estas moléculas aceleran el envejecimiento, contribuyen a la inflamación y aumenta los riesgos de empeorar enfermedades crónicas.
Sobre esto, y según Javier Martínez, nutricionista del Policlínico HM Moraleja (Madrid, España) y creador del Método Equidieta, el consumo de una dieta rica en antioxidantes naturales es fundamental para reducir la inflamación, reforzar el sistema inmune y prevenir el envejecimiento celular que lo debilita, sobre todo en el caso de los adultos mayores.
Es por esto que la mejor manera de obtener las propiedades antioxidantes es consumiendo en abundancia frutas y verduras frescas, así como semillas y frutos secos.
“Esta forma de alimentarnos hará que nos sintamos mejor, que el organismo esté más fuerte y que la piel tolere mejor el sol. Además, si tomamos alimentos ricos en antioxidantes también garantizamos una buena ingesta de las vitaminas y minerales que necesitamos”, explicó Arranz.