Las personas con ideación suicida tienen un comportamiento y vocabulario que evidencia que se encuentran en riesgo, frases como “yo no hago nada vivo”, “ustedes estarían mejor sin mí” o “yo no valgo para nada” son algunos de los indicadores a los que se les debe prestar atención y donde la familia debe estar presente, ya que juega un gran rol, plantea la presidenta de la fundación Ángeles de la Guarda, Pilar Sánchez Romero.
“La familia es el núcleo, el centro de apoyo y la base para que cualquier persona que esté padeciendo una enfermedad mental. Una persona que esté pasando por una situación que pone en riesgo su vida necesita una red de apoyo y qué mejor que tener a la familia, que los entiende, que no las juzgas, que no los cuestiona y les dice aquí estoy contigo pase lo que pase, no te dejaré”.
Sánchez indicó que las causas por la que una persona piensa en el suicidio como una salida son diversas, pero la más común es la pérdida del amor hacia la vida, el desánimo, la falta de esperanza y motivación.
Señaló, además, que algunas personas tienen trastornos del sueño o de ansiedad muy marcados que los incapacitan en sus labores diarias y esto también los puede llevar a un punto donde desean acabar con su propia vida.
Sánchez refirió los estudios de la Organización Mundial de la Salud que indican que ocho de cada diez personas que amenaza con suicidarse puede lograrlo, por lo cual realiza un llamado a no descuidarse en este tipo de casos.
“Lo va a intentar y lo seguirá intentando, si no recibe ayuda, hasta que logre su cometido. Es de ahí que toda amenaza de suicidio debe ser tomada en serio, es una llamada de atención, pero para que busquen ayuda”, dijo.
Sánchez indicó que las personas con deseos suicidas quieren vivir, pero no cuentan con las herramientas necesarias, de ahí la importancia del cuidado y la atención a la salud mental.
“La salud mental debe fomentarse desde el hogar, validando las emociones de nuestros niños, enseñándolos a expresarse. Enseñando a nuestros adolescentes a buscar ayuda cuando tengan alguna situación que sobrepasa su manejo y entendimiento”, explicó.
Sobre la fundación
La fundación Ángeles de la Guarda nace para prevenir el suicido y promocionar la salud mental. Ofrece asistencia psicológica y psiquiátrica a todas las personas que han intentado suicidarse, o que hayan tenido ideación suicida, de igual forma brindan apoyo a sus familiares. La mayor cantidad de pacientes que reciben tiene edad entre los 16 y 27 años.
Debido a la pandemia debieron cerrar sus puertas físicas, pero siguieron ofreciendo las consultas de manera online. Con el retorno gradual de las actividades en el país, volvieron a abrir y empezaron a recibir muchos casos de personas con afecciones relacionadas a los efectos provocados por el COVID-19.
Sánchez explicó que los principales problemas que registran las personas debido al coronavirus están relacionados con el sueño, trastornos de ansiedad, trastornos depresivos, presentándose muchos de estos casos en niños y adolescentes. Desde abril hasta estos días de mayo han asistido a más de 150 personas en consultas psiquiátricas.
La fundación cuenta con psicometrías, una psicóloga infanto-juvenil, encargados de psicología clínica, y de terapia familiar.
Campaña
A propósito de su séptimo aniversario la fundación lanzó la campaña “Ángel Guardián” con el objetivo de dar asistencia a las personas que han desarrollado alguna enfermedad mental producto de haberse contagiado por el coronavirus o por los efectos de la pandemia.
“Salud Pública presentó un estudio que indicaba que el 30 % de la población que había sido afectada por el virus iba a desarrollar o estaba desarrollando una enfermedad mental y la más común es lo que confirma nuestros informes en la fundación, ansiedad y trastorno del sueño. Para estas personas hemos creado este proyecto que busca acompañarles, que busca ofrecerles la ayuda necesaria para que puedan reincorporarse a su vida habitual”, explicó Sánchez.