Cansados de la falta de empleo, la explotación y la persecución
Datos estadísticos obtenidos en esta terminal aeroportuaria revelan que 3,144 dominicanos que vivían ilegalmente en diferentes países han retornado voluntariamente durante el 2011.
Los criollos vinieron con cartas de ruta otorgadas por los consulados en los respectivos países donde se encontraban, en su mayoría desde Estados Unidos, Puerto Rico, Venezuela, Panamá, España, Francia y San Martín, donde muchos de ellos llevaban años residiendo ilegalmente.
Dicen que decidieron volver a su país, cansados de las calamidades, la falta de empleo, y de soportar la persecución de las autoridades migratorias y policiales de esas naciones, especialmente Puerto Rico.
La mayoría de ellos expresa a su llegada a Santo Domingo que prefieren morir de hambre en su país y jamás volver a salir de manera ilegal a otras naciones, donde los indocumentados son objeto de explotación y persecución.
En los estados Unidos y Puerto Rico, muchos de los criollos, narran, se dedicaban a la venta de chucherías
para poder comer y que aun así, la persecución de las autoridades migratorias y policiales era constante y a todas horas.
Explican a su llegada al país, que tenían que soportar explotación y vejámenes de personas que les empleaban, pagándoles menos de la cantidad que establecen las leyes laborales.
Muchos de los criollos procedentes desde Puerto Rico con cartas de ruta, expresaron que llegaron a la isla en yolas o con visa legal, permaneciendo más del tiempo otorgado por las autoridades.
Se quejan de que cuando llegan al aeropuerto de Las Américas, inspectores de Migración tratan de hacerles la vida imposible pese a que la carta de ruta es un documento oficial para no ser molestados.
Las estadísticas comparativas indican que este año, en los primeros meses, la llegada de dominicanos con cartas de ruta de los consulados, registró un aumento de un 34 por ciento en comparación con el año pasado 20l0.
Un gran porcentaje de los dominicanos que este año regresaron voluntariamente son mujeres de diferentes edades, muchas de ellas que se dedicaban a diferentes actividades tanto en Venezuela como en Panamá y San Martín.