República Dominicana y su estrategia por fomentar las ciudades creativas

Dentro de la economía naranja ha surgido una nueva estrategia local con el objetivo de capitalizar el crecimiento económico. Se trata de impulsar las “ciudades creativas”. No se puede hablar de “metrópolis sostenibles” sin agregar acciones impulsadas por la creatividad.

La periodista y urbanista asumió este término a mediados del siglo pasado, que definía como una entidad cultural capaz de crear riquezas producto de los valores de los ciudadanos.

Ella propuso urbes con comunidades diversas, ofertas de espacios eclécticos, una escena burbujeante y un terreno fértil para ideas innovadoras. De ahí nació el interés de los arquitectos y gobiernos locales por impulsar estas ciudades de la economía naranja.

Charles Landry es un asesor internacional reconocido por popularizar el concepto de Ciudad Creativa, el futuro de las urbes. En el año 2000, el autor reveló que este tipo de ciudades trabaja con aspectos como la identidad local y el mercadeo urbano.

Landry considera la ciudad creativa como el depositario de infraestructura para las industrias creativas (museos, bibliotecas, incubadoras de empresas, áreas peatonales comerciales) y como la catalizadora de una atmósfera de negocios soportada en la confianza, el intercambio y la protección mutua.

Conociendo esta realidad universal, fue que en marzo de 2020 se presentó en el país la “Guía Metodológica para la Formulación e Implementación de Planes de Ciudades y Territorios Creativos para los Municipios de la Red de Ciudades y Territorios Creativos de República Dominicana”.

Esta guía preparada por los arquitectos Marcos Barina, Melisa Vargas y Yina Jiménez, está sustentada en requerimientos como incluir mecanismos transversales en el enfoque de Ciudades Creativas y los temas de innovación, economía naranja, desarrollo sostenible, patrimonio cultural, educación, diversidad, inclusión, así como de participación municipal de y de desarrollo.

El informe propone la creación de una Red Municipal de Ciudades y Territorios Creativos con cuatro ejes estratégicos:

1. Revitalización territorial: consiste en la gestión de la mejora del espacio público, medio ambiente y equipamientos socio culturales para mejorar la calidad de vida de los municipios.

2. Innovación comunitaria: consiste en la ejecución de mecanismos de interacción social que propician la inclusión social a través de la participación ciudadana.

3. Formación y continuidad educativa: Consiste en la formulación de programas integrales de formación para la creación productiva en un ambiente que valore la convivencia social y el hábitat físico.

4. Economía creativa: consiste en la creación de capacidades que garanticen la sostenibilidad de los recursos humanos, culturales y económicos.

Y así cabe resaltar un ejemplo de “Ciudad Creativa”. Los Pepines, un sector ubicado en el centro histórico de Santiago, es famoso por los coloridos y novedosos murales que adornan sus calles, incluida una señora con rolos en el pelo y un pintalabios que sostiene en sus manos.

Potencial creativo de las ciudades

En 2019, la Comisión Europea presentó la segunda edición de su Monitor de Ciudades Culturales y Creativas, una herramienta diseñada para comparar e impulsar el potencial creativo y cultural de las ciudades europeas, que es vital para impulsar el crecimiento económico y la cohesión social.

El monitor arrojó que los lugares culturales están generalmente a 30 minutos a pie (o solo a 5 minutos en bicicleta) de donde viven los ciudadanos europeos y son altamente accesibles en transporte público.

La investigación europea destacó tres facetas (vitalidad cultural, economía creativa y ambiente propicio) y nueve dimensiones:

1. Lugar e instalaciones culturales.
2. Participación cultural y atractivos.
3. Trabajos basados en la creatividad y el conocimiento.
4. Propiedad intelectual e innovación.
5. Nuevos trabajos en sectores creativos.
6. Capital humano y educación.
7. Apertura, tolerancia y confianza.
8. Conexiones locales e internacionales.
9. Calidad de la gobernanza.

Programas locales

La investigación dominicana sobre las ciudades creativas cita algunas urbes con gran potencial naranja. Tal es el caso del teleférico de Santo Domingo, pues artistas de renombre nacional y local de las comunidades del alrededor crearon una ruta de arte público, para incentivar al talento artístico y desarrollo local.

Con esta iniciativa se realizaron 50 murales en fachadas y techos a lo largo de los 3 barrios de todo el eje del teleférico de distintos artistas visuales dominicanos, entre muchas otras manifestaciones artísticas en los territorios del Teleférico.

Además, menciona a Dominicana Moda como un evento anual que se realiza en Santo Domingo desde el año 2005 (sin tomar en cuenta la pandemia del coronavirus), ya que esta actividad consolida la imagen-ciudad, despierta el interés de turistas y atrae a personas interesadas en la moda local.

Desafíos para RD
La guía dominicana que fue apoyada por la Dirección General de Programas Especiales de la Presidencia (Digepep), el Consejo Nacional de la Competitividad y la Liga Municipal Dominicana establece que el modelo de ciudades creativas ha probado ser una desventaja para las pequeñas ciudades y comunidades rurales porque se fundamenta en aspectos que parecen caracterizar a las grandes ciudades, como son la densidad, alta población, diversidad, tolerancia y su dependencia a la alta conectividad comunicacional y acceso a conocimiento tecnológico.

Sin embargo, agrega que la economía creativa puede ser parte de una estrategia de adaptación económica cuando las industrias tradicionales (foresta, agricultura, minería, pesca, etc) parecen contraerse.

En este sentido, los autores revelan que el modelo de la ciudad creativa puede adaptarse a la escala territorial buscando maneras de reutilizar recursos existentes de manera creativa para aprovechar nuevos mercados y oportunidades.

No obstante, esto implica pasar por procesos de diversificación e innovación que puedan transformar métodos tradicionales de venta y producción hacia el mercadeo, el branding y el intercambio planificado entre recursos. En este proceso de diversificación deben ser tomado en cuenta el capital creativo de las comunidades involucradas (artistas, influencers, músicos, diseñadores gráficos y de productos, etc).

“De esta manera, la industria creativa genera ingresos y empleo que le permite a estos creativos permanecer, o eventualmente volver a sus comunidades. Como veremos más adelante, este proceso de involucramiento de los creativos está íntimamente ligado a la formalización de sus derechos intelectuales y al acceso creativo a métodos de financiamiento”, agregan los arquitectos.

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