De todos los indicadores que permiten determinar la dinámica económica de un país, la balanza de pagos es una de las más relevantes.
Se trata de un resumen contable que permite conocer, a grandes rasgos, la totalidad de los ingresos de una nación con el resto del mundo, así como los pagos realizados por concepto de importaciones y exportaciones de bienes, servicios y capitales.
Cuando los pagos internacionales de un Estado superan sus ingresos, se habla de un déficit en la balanza de pagos de ese país, que le obliga a gestionar financiamientos para evitar desequilibrios macroeconómicos. Esto es distinto al déficit fiscal, donde el Estado toma prestado para cubrir la diferencia entre sus ingresos y sus gastos en el presupuesto.
Desde su creación el 28 de diciembre de 1945, el Fondo Monetario Internacional (FMI) se ha caracterizado por ser un organismo multilateral que pone a disposición de sus países miembros recursos económicos para amortiguar estos desequilibrios en la balanza de pagos, bajo la condición de que se implementen políticas fiscales para prevenir futuros déficits.
Como miembro fundador de este organismo, República Dominicana ha firmado un total de 10 acuerdos para el acceso a créditos a través del FMI, lo que le ha permitido retirar 2,099.9 millones en derechos especiales de giro (DEG), equivalente a US$3,043.7 millones.
Estos retiros representan el 70.9% de la totalidad de los montos acordados con el FMI, estimados en DEG 3,004.5 millones o US$4,290.6 millones.
El acuerdo más reciente que el país realizó con el Fondo se concretó el 29 de abril del 2020, con la aprobación y retiro de más de US$650 millones bajo un instrumento de financiamiento rápido (IFR), “para satisfacer las urgentes necesidades de la balanza de pagos derivadas del brote de la pandemia de covid-19”.
Este préstamo constituye el equivalente en dólares del total de la cuota que paga República Dominicana al FMI como membresía (DEG 450 millones), y se aproxima a los US$665.7 millones retirados en 2005 como consecuencia del déficit dejado por la crisis financiera del 2003.
“La pandemia ha debilitado significativamente las perspectivas macroeconómicas del país para 2020 y ha creado necesidades de financiamiento que requieren apoyo adicional. El IFR proporciona recursos oportunos a las autoridades que tienen la intención de utilizarlo para gastos esenciales de salud relacionados con el covid-19 y apoyar a la población vulnerable”, apunta un comunicado del FMI que informa sobre el acuerdo.
Esta es la primera disposición de fondos del FMI que realiza el país desde la crisis financiera global del 2009. El Gobierno, encabezado en ese entonces por Leonel Fernández, realizó un acuerdo de tres años con el organismo que garantizó recursos por el equivalente de US$1,754.1 millones para aumentar la respuesta fiscal del Estado ante los efectos de la desaceleración mundial sobre la economía dominicana.
Esta cifra es la más elevada en DEG aprobada por el FMI a la República Dominicana, representando un 40.8% del total de montos acordados, y de los cuales se retiró el 70% de los fondos, para unos US$1,227.9 millones, una cantidad cuyos pagos se extendieron hasta el 2016.