En 2020, un año en que la pandemia del Covid-19 que forzó el cierre de los comercio y frenó el grueso de las actividades productivas, tanto a nivel nacional como internacional, República Dominicana fue el único país donde la inversión extranjera directa (IED) en el sector manufactura aumentó un 23%.
El dato lo ofrece la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su reciente informe “Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe”, donde apunta que la región alcanzó el valor más bajo de la última década de IED, una caída de 34.7%, un descenso interanual solo es comparable al de 2009, cuando las entradas se redujeron un 37.1%, producto de la crisis financiera internacional.
La Cepal apunta que los anuncios de inversiones en 2020 cayeron un 50% y fueron dominados por las empresas de Estados Unidos, por delante de las de España y Francia. Refiere que China desempeñó un papel mucho menor en los anuncios de inversión que en las fusiones y adquisiciones en la región.
El pasado año, según Cepal, la IED alcanzó la cifra de US$2,554 millones, US$467 millones menos que en 2019, lo que evidencia una caída de 15.4%, una de las más bajas de la región.
«La República Dominicana se mantuvo como el principal país receptor, pese a una reducción de las entradas del 15,4%, seguida de Guyana, que comenzó a recibir mayores niveles de IED desde que dio inicio a la explotación de hidrocarburos», explica el informe.
Puntualiza que este resultado se explica principalmente por la caída de las entradas de IED en minería y telecomunicaciones (-91% y -139%, respectivamente) y observa que el sector de las telecomunicaciones presentó inversiones muy variables y ha registrado una inversión particularmente alta en 2019 (más de tres veces el promedio de 2010-2018).
Igualmente, Cepal expone como fuente de atracción de IED las energías renovables con varios proyectos de inversión extranjera en este sector cada vez más importante para las economías caribeñas.
