Siete humedales dominicanos para disfrutar en bote

En el Día Mundial de los Humedales, celebrado este miércoles 2 de febrero, los viajeros dominicanos disponen de unos 4,196 kilómetros de estos ecosistemas (entre naturales y superficiales) para apreciar la biodiversidad que albergan y los paisajes que regalan a la vista.

Como sostiene la ONU, pese a que los humedales apenas cubren el 6 % de la superficie terrestre, “son el hábitat del 40% de todas las especies de plantas y animales”.

Por ello en los últimos años, además de sus aportes ecológicos y económicos se les promueve por su valor como soluciones naturales al cambio climático.

Los principales humedales naturales dominicanos forman parte de áreas protegidas. El último en ser incorporado (decreto 29-22) es el Refugio de Vida Silvestre Humedales de Laguna Prieta, al sureste de la ciudad de Santiago, con una extensión de 143,795.68 metros cuadrados.

Para celebrar la fecha, recorramos en bote siete de estos espacios verdes distribuidos por toda la geografía nacional.

Los Haitises.

Antes de juntarse con el río Jibales y desembocar en la Bahía de San Lorenzo, al norte de Hato Mayor, el río Caño Hondo ofrece uno de los paseos entre bosques de manglares más espectaculares de República Dominicana.

Laguna de Oviedo.

La laguna salada de Oviedo, al sureste de la provincia Pedernales, es perfecta para observar aves. Se han reportado unas 150 especies en sus 28 kilómetros cuadrados de palmas, manglares, dunas y playas. Formando parte del Parque Nacional Jaragua, los puntos más recomendados están en la parte norte de la laguna, en la zona de Caño Escobín y Los Pichiriles.

Para excursiones especializadas de avistamiento de aves, tortugas e iguanas y recorridos de senderos, procure la asistencia de la Asociación de Guías de la Laguna de Oviedo.

Laguna Manatí.

El viaje más cercano es un recorrido por los 1.5 kilómetros navegables de esta laguna ubicada al norte de La Victoria
(Santo Domingo Norte). Visitarla es la mejor manera de exigir su remozamiento para que recupere su verde esplendor.
Laguna Perucho.

Frente a la playa de Boba (al norte de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez), el recorrido en bote por el refugio de vida silvestre La Gran Laguna o Perucho es corto, pero suficiente para apreciar el verde y la buena salud de sus bosques de mangles jóvenes.

Laguna Gri-Grí.

Gri-gríes y mangles se juntan en la laguna donde comienza el recorrido en bote que conecta el canal de humedales con el Atlántico, todo un atractivo ecoturístico del municipio de Río San Juan, en la provincia María Trinidad Sánchez.

En kayak.

En Montecristi, la organización sin fines de lucro Agro Frontera (en una iniciativa patrocinada por la organización internacional Seacology) dirige un proyecto de observación de aves y recorridos en kayak por los manglares de los parques nacionales Estero Balsa y El Morro y en la costa de Buen Hombre.

Lago Enriquillo.

Pida el recorrido en bote, no solo para llegar a la Isla Cabritos, sino para recorrer las orillas de este humedal de importancia internacional. Los paisajes parecen de otro mundo.

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