A unos 120 kilómetros al noreste de la ciudad de Puerto Plata, entre Río San Juan y Cabrera, esta inmensa playa de arena dorada de dos kilómetros es conocida por su oleaje -bueno para los surfistas- y las resacas en invierno, que requieren especial atención y no nadar demasiado lejos. En el lugar, hileras de chiringuitos que ofrecen marisco local sirven excelentes platos a la hora de comer, mientras suena la música. Las perfectas palmeras y el paisaje dorado de la playa de Playa Grande la convierten en la favorita de los fotógrafos.